El equipo vallisoletano ha rejuvenecido radicalmente su plantilla y ha fichado a doce jugadores nuevos, pero las innovaciones en el equipo titular de esta tarde eran mínimas. En realidad, sólo Diego Costa y Nauzet. El Valencia como siempre, David Villa, junto a David Silva y Juan Mata fueron los referentes ofensivos, mientras que por la banda derecha Pablo Hernández se vistió hoy de titular desplazando a Joaquín.
El equipo valencianista, que se había impuesto en las dos últimas visitas a Zorrilla, donde no pierde desde la temporada 2002-03, no salió tan dinámico y atrevido como en otras ocasiones, pero fue una sensación engañosa. Apostando por la movilidad de sus puntas, el Valladolid gobernó el juego en los primeros minutos, pero la calidad de Mata y de Silva desarbola a cualquiera. Una jugada del primero fue culminada de cabeza por el jugador canario en lo que fue la primera llegada de los levantinos y el primer gol del partido (min. 10).
Silva personifica casi todas las virtudes de este Valencia plagado de jugadores españoles. Él solo consiguió desatar el histerismo en toda la zaga vallisoletana, ya que cuando el centrocampista internacional cogía el balón los "agujeros" aparecían por todas partes en una defensa local que encajó el gol como si fuera un puñetazo en plena mandíbula. El Valladolid, que entre la pasada temporada y la actual lleva trece jornadas sin ganar, no aparentó estar cómodo en ningún momento, pero una jugada aislada le otorgó el empate. Fue tras un disparo lejano de Canobbio y un mal despeje de Moyá que aprovechó Nauzet Alemán para remachar el 1-1 (min. 29).
Resultó muy fugaz la alegría vallisoletana, ya que una apertura hacia la derecha de Ever Banega, demasiado suelto en medio campo, acabó en un gol de David Villa a pase de Pablo Hernández (min. 33). Tras la retirada por lesión del veterano Alberto Marcos, que no tenía suplente natural en el banquillo, Villa volvió a marcar pero su gol fue anulado. El Valencia, con su calidad, con los nervios del rival y con espacios, dio la sensación de jugar frente a un "sparring", ya que cada llegada era un "casi gol" ante una defensa endeble y muy adelantada.
Así las cosas, tras una ocasión de Jonathan Sesma, Juan Mata se fue solo y batió a Jacobo por debajo de las piernas en un inapelable 1-3 (min. 44). Con este gol concluyó un primer tiempo que fue una pesadilla para los vallisoletanos. El Valladolid salió acometedor y con ganas en la reanudación. A los cinco minutos hubo un posible penalti sobre Diego Costa, que en esta fase jugó en la banda izquierda tras la salida al campo del angoleño Manucho.
Sin embargo, otra jugada a la contra propició el cuarto del Valencia. Esta vez fue David Villa quien fusiló a un Jacobo que nada pudo hacer en ninguno de los goles. De nuevo una indecisión de Javier Baraja, lateral izquierdo de emergencia, facilitó las cosas a un Valencia que hasta el final levantó el pie del acelerador, lo que aprovechó el Valladolid para rehacerse fugazmente con la entrada de Héctor Font. Manucho recortó distancias en el minuto 65 y el marcador ya no se movió.
El equipo valencianista, que se había impuesto en las dos últimas visitas a Zorrilla, donde no pierde desde la temporada 2002-03, no salió tan dinámico y atrevido como en otras ocasiones, pero fue una sensación engañosa. Apostando por la movilidad de sus puntas, el Valladolid gobernó el juego en los primeros minutos, pero la calidad de Mata y de Silva desarbola a cualquiera. Una jugada del primero fue culminada de cabeza por el jugador canario en lo que fue la primera llegada de los levantinos y el primer gol del partido (min. 10).
Silva personifica casi todas las virtudes de este Valencia plagado de jugadores españoles. Él solo consiguió desatar el histerismo en toda la zaga vallisoletana, ya que cuando el centrocampista internacional cogía el balón los "agujeros" aparecían por todas partes en una defensa local que encajó el gol como si fuera un puñetazo en plena mandíbula. El Valladolid, que entre la pasada temporada y la actual lleva trece jornadas sin ganar, no aparentó estar cómodo en ningún momento, pero una jugada aislada le otorgó el empate. Fue tras un disparo lejano de Canobbio y un mal despeje de Moyá que aprovechó Nauzet Alemán para remachar el 1-1 (min. 29).
Resultó muy fugaz la alegría vallisoletana, ya que una apertura hacia la derecha de Ever Banega, demasiado suelto en medio campo, acabó en un gol de David Villa a pase de Pablo Hernández (min. 33). Tras la retirada por lesión del veterano Alberto Marcos, que no tenía suplente natural en el banquillo, Villa volvió a marcar pero su gol fue anulado. El Valencia, con su calidad, con los nervios del rival y con espacios, dio la sensación de jugar frente a un "sparring", ya que cada llegada era un "casi gol" ante una defensa endeble y muy adelantada.
Así las cosas, tras una ocasión de Jonathan Sesma, Juan Mata se fue solo y batió a Jacobo por debajo de las piernas en un inapelable 1-3 (min. 44). Con este gol concluyó un primer tiempo que fue una pesadilla para los vallisoletanos. El Valladolid salió acometedor y con ganas en la reanudación. A los cinco minutos hubo un posible penalti sobre Diego Costa, que en esta fase jugó en la banda izquierda tras la salida al campo del angoleño Manucho.
Sin embargo, otra jugada a la contra propició el cuarto del Valencia. Esta vez fue David Villa quien fusiló a un Jacobo que nada pudo hacer en ninguno de los goles. De nuevo una indecisión de Javier Baraja, lateral izquierdo de emergencia, facilitó las cosas a un Valencia que hasta el final levantó el pie del acelerador, lo que aprovechó el Valladolid para rehacerse fugazmente con la entrada de Héctor Font. Manucho recortó distancias en el minuto 65 y el marcador ya no se movió.