El Salamanca dio la vuelta al marcador en los últimos minutos del partido y logró ganar al Levante pese al mal juego salmantino y los 45 minutos muy trabajados del equipo levantino.
Ganó el Salamanca gracias al lateral zurzo Rossato, cuando la línea más floja del equipo salmantino fue la defensa, que metió dos goles de falta directa, el segundo en el minuto 86.
Tres minutos antes, en el 83, un regate al borde del área de Linares dejó un balón libre a Despotovic que empató el partido.
Pero el Levante había hecho méritos para ganar el encuentro, gracias a un esquema de juego claro y a unos jugadores que trabajaron de forma seria durante los 90 minutos.
Sin embargo, el Salamanca, que apenas tuvo oportunidades, metió dos goles en los últimos siete minutos que devolvieron los aplausos al estadio Helmántico, cuando diez minutos antes todo eran silbidos contra el equipo salmantino.
La primera parte no tuvo un dominador claro, aunque el Salamanca parecía ser el equipo que quería llevar el control del partido, pero sin que sus llegadas tuvieran peligro.
Sólo los dos goles llevaron la emoción al estadio Helmántico, aunque hubo ocasiones puntuales por parte de los dos equipos, pero el partido se jugaba en el centro del campo con escasas oportunidades de gol.
Así, el Salamanca tuvo su mejor oportunidad en el minuto 34, cuando Toti disparó a portería, aunque fue despejado en la misma línea de gol por Ballesteros.
El Levante tuvo su primera llegada clara en el minuto 8, aunque Rubén no llegó a disparar y su última oportunidad en el minuto 46, cuando Rubén lanzó una falta directa, que fue despejada por Bien Ribas.
En la segunda parte, el Salamanca fue a menos, sin sitio en el campo, sin oportunidades y con una defensa endeble, que dejaba huecos por el centro y por el lado derecho.
El equipo levantino siguió con su juego serio, con llegadas claras, aunque sólo aprovechó dos de ellas.
Ganó el Salamanca gracias al lateral zurzo Rossato, cuando la línea más floja del equipo salmantino fue la defensa, que metió dos goles de falta directa, el segundo en el minuto 86.
Tres minutos antes, en el 83, un regate al borde del área de Linares dejó un balón libre a Despotovic que empató el partido.
Pero el Levante había hecho méritos para ganar el encuentro, gracias a un esquema de juego claro y a unos jugadores que trabajaron de forma seria durante los 90 minutos.
Sin embargo, el Salamanca, que apenas tuvo oportunidades, metió dos goles en los últimos siete minutos que devolvieron los aplausos al estadio Helmántico, cuando diez minutos antes todo eran silbidos contra el equipo salmantino.
La primera parte no tuvo un dominador claro, aunque el Salamanca parecía ser el equipo que quería llevar el control del partido, pero sin que sus llegadas tuvieran peligro.
Sólo los dos goles llevaron la emoción al estadio Helmántico, aunque hubo ocasiones puntuales por parte de los dos equipos, pero el partido se jugaba en el centro del campo con escasas oportunidades de gol.
Así, el Salamanca tuvo su mejor oportunidad en el minuto 34, cuando Toti disparó a portería, aunque fue despejado en la misma línea de gol por Ballesteros.
El Levante tuvo su primera llegada clara en el minuto 8, aunque Rubén no llegó a disparar y su última oportunidad en el minuto 46, cuando Rubén lanzó una falta directa, que fue despejada por Bien Ribas.
En la segunda parte, el Salamanca fue a menos, sin sitio en el campo, sin oportunidades y con una defensa endeble, que dejaba huecos por el centro y por el lado derecho.
El equipo levantino siguió con su juego serio, con llegadas claras, aunque sólo aprovechó dos de ellas.